Los huicholes son una etnia indígena mexicana que ha mantenido prácticamente puras sus tradiciones precolombinas. Un pueblo enormemente arraigado a su cultura, que confiere a la artesanía y el arte consideraciones cuasi religiosas.
Precisamente desde una de las regiones habitadas por esta tribu, Zacatecas, llegaron a España dos cocineros que crearon en Ibiza un restaurante cuya inspiración procede de esa filosofía huichol que reverencia y protege lo propio. Tras posicionarse como uno de los locales de comida mexicana más populares de la isla balear, uno de sus dueños, Omar Tapia ‘Chayo’, decidió emprender su propio camino en nuestras tierras con un local de reciente apertura en la calle Conde Ofalia: Aramara.



La propuesta de estos chefs es tan sencilla como pocas veces vista por Almería: ofrecer la experiencia más mexicana posible a este lado del charco. Y para ello no han escatimado en recursos. Desde una decoración en la que destacan el mobiliario y la vajilla, elaborados por artesanos del país azteca, hasta la maquinaria de cocina, como la que elabora las tortillas para los tacos y, por supuesto, productos importados que son el fiel reflejo de una voluntad de hacer las cosas, por lo menos, de manera honesta y fiel.
«Si se hace, que se haga bien»
Esa es, en efecto, la forma de pensar de los directores de este restaurante: «Si se hace, que se haga bien». Al estilo casero, como ellos mismos querrían comerlo en su pueblo. Aramara plantea una carta pequeña, que uno puede casi navegar al completo en un par de visitas o tres, pero que cumple con la finalidad de ofrecer pura calidad en cada uno de sus platos.





Los ideólogos del menú se las han arreglado para adaptar, en cierta medida, nuestras inalienables tapas a su filosofía, añadiendo la posibilidad de combinar a nuestro gusto sus platos. Esencialmente cuentan con tres «bases» (taco, quesadilla y sope) que pueden servirse con cinco guisos fijos más algunos que rotan según al semana (tinga de pollo, entraña de ternera, birria de cordero, al pastor y raja con crema). A eso hay que añadir un puñado de platos para compartir, como sus IMPRESCINDIBLES nachos con totopos caseros, que sirven con uno de sus guisos y el fabuloso aguachile, una suerte de ceviche con mariscos de nuestras costas.
A partir de aquí, nace la magia. Existe una notable diferencia entre esa tortilla elaborada con harina de maíz mexicana y las que acostumbramos a tomar por aquí. Os garantizo que vais a notar cómo sus salsas picantes caseras marcan distancia con cualquier otra que hayáis probado. Pongo la mano en el fuego por que seréis capaces de apreciar cómo esos nachos no salen de una bolsa y unos tarros.





Las veladas en Aramara acaban con una sonrisa y un tequila o un mezcal servido en bandera, a la manera que se toma en Mexico: chupito de tequila, chupito de lima y chupito de su preparado de la casa de zumo de tomate. Porque, como dice ‘Chayo’, «No es un cóctel, es un estilo de vida». Otro nivel.
Esta si es comida Mexicana real ¡no fregaderas! Me entusiasma saber que la verdadera comida mexicana está presente en Almería.
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A mi no me gusto nada de nada…no esque este malo era sin sabor me encanta la tinga de pollo no picaba…mexico sin sabor..? Los tacos si caseros pero nada temia sabor..yo no volvere
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La de sin sabor! Sería que tenía el Covid? Porque para mí todo tenía sabor😋😋😋. Magnífico. Iré para Aguadulce. ❤️💋.
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